“NO TENEMOS QUE DEJAR DE LADO EL VALOR DE LA PUREZA DE MARÍA”, EXPRESÓ MONSEÑOR MARTÍNEZ

Vie 09/12/2016 | Archivo

El obispo de la Diócesis de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, celebró ayer la misa central en la parroquia “Inmaculada Concepción”, del barrio Villa Urquiza de Posadas, donde a lo largo de toda la jornada se realizaron distintas actividades para venerar a María
La celebración se realizó en horas de la mañana y fue concelebrada por el párroco, presbítero Ángel Rojas. En tanto que por la tarde, se llevó a cabo la tradicional procesión por las calles del barrio, que culminó en el patio cubierto del Instituto, donde se realizó la última misa de la jornada. Durante la celebración eucarística matutina, se rezó especialmente por los niños, jóvenes, enfermos y ancianos. Pidiendo para ellos una especial protección de la Madre María y sobre todo para que puedan entender el valor de la pureza en sus vidas. Durante su homilía, el prelado destacó la importancia de esta fiesta para nuestro país y dijo que “María siempre está al lado de nuestro pueblo”, a través de sus distintas advocaciones. Además, pidió rezar “por los enfermos, por quienes nos escuchan en los sanatorios; y pidámosle a ellos que recen por nosotros, porque la oración de los enfermos siempre es más fuerte y más pura.Hoy (por ayer) es un feriado importante para todos porque nuestro pueblo es fuertemente Mariano. Es muy lindo celebrar a María en este tiempo, ella tiene un protagonismo especial porque Dios la eligió como mujer, la preservó desde siempre, preservó su seno. Hablamos de la Inmaculada y hablamos de la pureza de su vientre. Muchas veces no se habla de esto y terminamos dejando de lado el valor de la pureza, todo por una sociedad muy consumista que comercializa muchas cosas”, reflexionó. En este contexto, monseñor Martínez destacó que “es importante hablar de la pureza en los niños y en los adolescentes, para preservarlos de cosas que los pueden dañar. Tenemos que ayudarlos para que no tomen ejemplos que nada tienen que ver con el camino a la felicidad. Tenemos que cuidarlos, generar valores, la vida, la identidad, generar ambientes más sanos y amenos, donde el amor y los valores se construyan a diario. Le pedimos a María de la Inmaculada Concepción, porque ella es ejemplo de pureza”, cerró.

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