El Proyecto de Asistencia Integral para el Agregado de Valor en Agroalimentos (PROCAL) trabajó durante siete meses con cinco cooperativas y doce PyMEs de la provincia a fin de identificar todas las necesidades que presenta el proceso de certificación para la producción primaria de té, con el objetivo de que el té sea “diferencial” y pueda acceder a mercados internacionales
La presentación de los resultados se realizó días atrás en Campo Viera. En ese marco, el subsecretario de Planificación y Programas de Financiamiento Rural, Sebastián Oriozabala, explicó que se trató del cierre de un trabajo de más de siete meses de minuciosa tarea. “Fuimos viendo cuáles de las industrias que están en condiciones y cuáles se encuentra cerca o lejos de certificar, qué inversiones necesitan en infraestructura, conocimientos y capacitaciones”. En estos meses, se dictaron más de 25 cursos de capacitación para operarios, empresarios y cooperativistas de la industria del té para que puedan tener todas las herramientas que les permitan obtener la certificación. La presentación estuvo a cargo de la técnica responsable del trabajo, Silvana Kimmritz, quien también remarcó la estrategia de trabajo junto con el Cluster del Té para poder posicionar el té misionero/argentino como una de las principales infusiones a nivel nacional. A su vez, resaltó que varias empresas lograron la certificación a partir de este trabajo y muchas otras están muy cerca. “Con el PROCAL identificamos más de 700 hectáreas de té y dos PyMEs en lo que es la certificación en buenas prácticas”, resaltó Oriozabala.
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