Continúa el drama de los jubilados que nacieron en el extranjero -brasileños y paraguayos- a los que el Gobierno nacional les arrebató un derecho adquirido
La mayoría reside en Misiones desde hace 50, 60 ó 70 años. Una de las damnificadas es Marcolina Dos Santos, de 93 años, quien está casi ciega y a la que ANSeS le arrebató el beneficio desde hace dos años. Ella y sus familiares quienes viven en Picada Pedregullo, de Colonia Paraíso, municipio de San Pedro, todavía esperan que le restituyan sus ingresos y con ellos, la posibilidad de la obra social, porque el PAMI les suspendió la atención y los medicamentos. Actualmente, luego de trabajar toda su vida y casi ciega, no tiene ningún ingreso ni cobertura de salud de parte del Estado. Ella vive junto a sus nietos, bisnietos y tataranietos (sus descendientes suman más de 200), y lleva más de 50 años viviendo en la provincia. Una de las nietas de Marcolina destacó que la suspensión de la jubilación de la abuela repercute en la economía familiar. “Si no viviéramos de los productos de la chacra, no la podríamos sostener, porque ella necesita buena alimentación por su enfermedad y su edad. Los medicamentos son caros y ya no tiene obra social, le sacaron todos los derechos. La última vez que la llevamos al médico fue hace un año, y como no tiene obra social en el hospital público la atienden mal, con desgano. Así quien le dieron la receta y le compramos los medicamentos que toma desde siempre”, indicó Norma. En Colonia Paraíso, también Willy Koch, 81 años, que nació en Brasil, pero vive en Misiones desde 1958. Desde el 2013 cobraba la jubilación y el año pasado le cortaron. Tiene que comprar cuatro tipos de medicamentos, y a esta edad se vio obligado a volver a trabajar en la chacra, aunque casi no ve nada, “mis ojos ya son muy cortos. Mi señora es argentina, y también está enferma, tiene problemas para andar, y usa bastón”, lamentó.
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