La Escuela N° 857, de Garupá, colmó sus pasillos de narraciones, y esta vez las familias formaron parte de los cuentos, poesías y trabalenguas
La lectura fue la herramienta utilizada para acercar la comunidad a la escuela y colmar los patios de narraciones, donde los protagonistas fueron los niños junto a sus familias. “Siempre se buscó encontrar en la lectura la manera para que el niño aprenda y entienda lo que lee; este año, junto a los docentes de la escuela trabajamos en equipo sobre talleres de lectura, creíamos que a través de ellos podíamos acercar a los niños, proyectos reales, sencillos y que se integren”, explicó Irma Yanke, directora de la institución. Cabe destacar, que esta comunidad escolar tuvo muchos cambios, familias relocalizadas que volvieron a comenzar, y muchas otras que van fluctuando a medida que crece la ciudad y que llegan de otras zonas, del interior u otras provincias. “Necesitábamos que los niños comenzaran a soltarse, conectarse entre ellos, con nosotros y sus familias. Este proyecto escolar busca reencontrarse con la lectura y lo que ese universo propone. Logramos que los padres traigan sus experiencias, vengan a leer, vengan a contar en las escuelas junto a sus hijos”, explicó una docente de la escuela. “Buscamos temas que les interesen a todos. En el primer ciclo hicimos una biblioteca en el patio, pero todo comenzó con la idea de acercar cajas de madera, pintarlas (reciclar), los chicos fueron decorando un espacio a su medida y acercaron sus libros. Así, surgieron las actividades, competencias de trabalenguas, poesías y narraciones”, comentó Pamela, maestra de primer grado.
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