Las fuertes lluvias causan inundaciones y una serie de situaciones dramáticas que movilizan a los comités de crisis y ponen a prueba las medidas de prevención y su eficacia
Y ante cada uno de estos casos se vuelve a evidenciar lo acertado de aquella frase que dice “no existen las tragedias naturales, existen sí los fenómenos de la naturaleza que se convierten en tragedias por la falta de medidas de prevención”; aunque también es cierto que a veces las medidas de prevención suelen quedar desbaratadas por la fuerza imprevisible de los acontecimientos naturales, como también es humanamente comprensible que algunas medidas preventivas se demuestren insuficientes o incorrectas.
Sin embargo, por otra parte, existen situaciones absolutamente simples, perfectamente previsibles y fácilmente evitables, muy fácilmente evitables y suficientes para impedir que la gente sufra. Por ejemplo el correcto funcionamiento de los desagües urbanos con simples medidas de limpieza y de suficiente alcantarillado. Pero esto no ocurre en la ciudad de Posadas, donde cada vez que llueve con cierta intensidad muchas casas y calles se inundan sólo porque las alcantarillas están tapadas por falta de operativos de limpieza: y donde también se generan situaciones sumamente peligrosas por la falta de alcantarillas en desagües que con las lluvias se convierten en fuertes torrentes capaces de arrastrar a personas, como ya ocurrió con desenlaces fatales.
Algo tan simple como mantener limpias las alcantarillas y como reemplazarlas cuando se rompen o desaparecen no se realiza; y las tragedias están al acecho, aterrorizando a los vecinos. Esto se volvió a ver ayer en distintos lugares de Posadas y volvió a la mente de muchos la muerte de niños arrastrados por desagües sin alcantarillas.
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