¿Cómo puedo saber si tengo tiña o alopecia areata?

Dos de las afecciones más frecuentes que pueden desencadenar la caída del cabello son la tiña y la alopecia areata. Muchas personas no logran identificar cuál de las dos padecen, un paso clave para aplicar un tratamiento efectivo. La tiña, científicamente conocida como tinea capitis, es una infección fúngica que afecta el cuero cabelludo y que puede presentarse en personas de todas las edades, aunque es más común en niños. Los síntomas más frecuentes son inflamación y picazón persistente del cuero cabelludo; manchas redondas o parches escamosos que pueden ser de color rojo y tener un aspecto desigual. Además, esta infección suele ocasionar la rotura del cabello, provocando su caída. En el caso de experimentar alguno de esos síntomas, es importante consultar a un dermatólogo para obtener un diagnóstico preciso y poner en marcha el tratamiento adecuado.

¿Cómo tratar la tiña o alopecia areata?

La tiña se puede tratar eficazmente con medicamentos antifúngicos y un accionar temprano es esencial para prevenir la propagación de la infección. El Manual Médico MSD señala que “la terbinafina se ha convertido en el tratamiento de primera línea en niños debido a la menor duración del tratamiento” y agrega que “también se puede usar champú con sulfito de selenio”. En lo que respecta a los adultos, recomienda tratamiento con terbinafina y aclara que “para las lesiones con inflamación grave, puede agregarse un curso corto de prednisona”. En todos los casos, los tratamientos deben ser indicados y supervisados por un profesional médico. Por su parte, la alopecia areata es una afección autoinmune en la que el sistema inmunológico del cuerpo ataca los folículos capilares, resultando en la pérdida de cabello. A diferencia de la tiña, no es causada por una infección fúngica. Puede tener un componente genético, por lo que quienes tengan antecedentes familiares cuentan con más posibilidades de desarrollar la afección.

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